Conocer la historia de la Casa Batlló es una forma de entender mejor la singularidad de una obra que lleva décadas arrancando suspiros de admiración entre los visitantes de Barcelona. Si vas a pasar unos días en la Ciudad Condal, este impresionante edificio debería estar sí o sí en tu itinerario. Si su fachada te llama la atención, espera a conocer su interior; desde el primer momento entenderás por qué ha recibido tantos elogios y galardones, incluso a nivel internacional. Entre ellos, el de mejor monumento de Europa en los Remarkable Venue Awards 2021.

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Gaudí en toda su esencia
Incluso quienes no saben mucho de arquitectura, pueden reconocer en la singular fachada de la Casa Batlló la mano de Gaudí. El genio de Reus dejó su impronta en múltiples edificios de Barcelona, pero este ha sido siempre uno de los más destacados.
¿Qué representa realmente su diseño? La verdad es que no lo sabemos con certeza, porque Gaudí nunca lo explicó. Como era habitual en él, se encargó de dirigir la obra sin seguir unos planos precisos. El resultado es una Casa llena de símbolos que cada persona interpreta de una manera. Para algunos, el coronamiento de la fachada asemeja a un dragón, lo que podría vincularse con la leyenda de Sant Jordi. Pero para otros, la edificación está inspirada en un paisaje acuático.
Como el artista no explicó su obra, cada uno de nosotros puede darle el significado que mejor le parezca. Seguro que tú saldrás con tu propia idea cuando visites la Casa Batlló.
La historia de la Casa Batlló: un emblema del Passeig de Gràcia
En 1877, el arquitecto Emilio Sala Cortés, que luego acabó siendo profesor de Antoni Gaudí, proyectó en el Passeig de Gràcia un edificio que unos años más tarde sería adquirido por Josep Batlló y Casanovas, un importante industrial del sector textil. Batlló decidió encargar su remodelación a Gaudí, dándole total libertad. Aunque la idea originaria era derribar la casa y levantar una nueva en el mismo solar, el arquitecto consideró que no era necesario y utilizó el edificio original como base. Para ello, redistribuyó el espacio interior, amplió el patio de luces, y creó una fachada realmente llamativa.
En aquella época, se estaban realizando numerosas obras en el Passeig de Gràcia, y las familias burguesas competían entre ellas por tener la más grande y bonita. Por entonces otros arquitectos estaban trabajando en edificios singulares como la Casa Mulleras o la Casa Amatller. Sin embargo, el diseño de Gaudí terminó imponiéndose al resto en cuanto a originalidad y majestuosidad.

Como suele ocurrir con construcciones que luego acaban siendo significativas, en un principio la Casa Batlló no fue bien aceptada. La obra se presentó dos veces al concurso anual de edificios artísticos del Ayuntamiento de Barcelona, en 1906 y en 1907, y las dos veces perdió. No fue hasta 1962 cuando por fin recibió el reconocimiento oficial que merecía, pasando a formar parte del Catálogo Patrimonial del Ayuntamiento de Barcelona. Tan solo dos años más tarde fue declarada Monumento Histórico Artístico, y en 2005 la UNESCO la incluyó en su catálogo de Patrimonio de la Humanidad.
Los diferentes usos de la Casa Batlló
Una vez finalizadas las obras, la familia Batlló se instaló en la planta noble, y en 1911 empezó a alquilar los pisos superiores. En la década de los 50 del siglo pasado, la familia vendió el edificio, que durante décadas acogió a diferentes empresas y particulares, hasta que en los años 90 pasó a manos de sus actuales propietarios, la familia Bernat.
Tras una reforma integral, que devolvió a la fachada parte del esplendor y del color que había perdido por el paso del tiempo y el efecto de la contaminación, en 1995 la Casa Batlló abrió sus puertas al público y se convirtió en un espacio destinado al turismo y a eventos. Desde 2002 acoge actos culturales y va variando periódicamente su oferta.
La Casa Batlló se ha convertido en una visita imprescindible para quienes quieren conocer más a fondo las obras de Gaudí en Barcelona. Todo un icono de la ciudad por el que cada año pasan más de un millón de personas. Si quieres saber más sobre la historia de la Casa Batlló, no dejes de visitarla durante tu estancia en la Ciudad Condal.
